Forma parte de los cuidados esenciales para lucir una piel con buen aspecto. La higiene facial es un tratamiento estético del que no podemos prescindir.
Hay muchas formas de darle vitalidad a una piel apagada. Una de las más sencillas —y a la que hay que recurrir con cierta frecuencia— consiste en limpiar la piel del rostro en profundidad con un tratamiento de higiene facial.
La contaminación, el sudor y los restos de cosmética van dejando una serie de impurezas en nuestra piel que no la dejan respirar. Con el paso del tiempo su acumulación se deja notar: aparecen poros dilatados, granitos y células muertas. En definitiva, nuestra piel adquiere un tono apagado y no luce saludable y bonita.
Una higiene facial hecha en un centro especializado en estética revela todo el potencial de la piel. El tratamiento permite la limpieza, hidratación y oxigenación para favorecer la regeneración de las capas superiores de la piel. De esta forma estaremos protegiendo nuestra piel contra el envejecimiento cutáneo.
Lo ideal es que observemos las necesidades de nuestra piel y si no sabemos detectarlas, acudamos a un especialista en medicina estética. Con sus indicaciones podremos conocer con qué frecuencia es recomendable programar la higiene facial. Resulta muy importante que el tratamiento y la frecuencia se adapten al tipo de piel de cada paciente.
En Clínica Dra. Lourdes Martín aconsejamos al menos una higiene facial con el cambio de estación. Pero si quieres conocer cuál es lo más adecuado para tu caso, no dudes en pedir tu primera valoración gratuita. En nuestra clínica de medicina estética disponemos de un Gabinete de Estética con tratamientos de todo tipo para la salud de tu piel, que potencian tu belleza natural.