La mesoterapia facial es uno de los tratamientos estéticos favoritos para combatir la flacidez y mejorar el aspecto de la piel. ¿Su secreto? Su capacidad de adaptación a cada piel.

Nuestra piel nos envía señales. Aunque nos pese, no siempre se muestra igual de bonita y luminosa. Con los años, incluso con buenos cuidados cosméticos, necesita el apoyo de tratamientos como la mesoterapia facial.

Una piel bonita, más tersa y luminosa es el resultado de una óptima combinación de los nutrientes idóneos. La mesoterapia facial consiste en microinyecciones indoloras en las zonas a tratar con los nutrientes previamente seleccionados. Normalmente, se combina ácido hialurónico con vitaminas, pero se pueden sumar otros.

Pese a lo que pueda pensarse, la mesoterapia facial no es un tratamiento exclusivo para pieles maduras. La formación de nuevo colágeno y elastina son beneficiosas como tratamiento preventivo para frenar el envejecimiento facial a partir de los 30 años.

Además, se trata de uno de los tratamientos más completos. Revitaliza, hidrata y da elasticidad a la piel de la cara y el cuello. Con él conseguimos una piel más sana de forma casi indolora.

Cada piel necesita un número de sesiones determinado. Hay personas que con una o dos sesiones ya pueden notar los resultados, mientras que otras necesitan al menos cinco o seis para ver que la flacidez se ha reducido.

Al igual que la mesoterapia facial hay otros tratamientos indicados para mejorar la flacidez y el envejecimiento cutáneo. Por eso, lo más adecuado es consultar en una clínica de medicina estética qué tratamiento resulta más apropiado para tu piel.