La TOXINA BOTULÍNICA, más conocida por uno de sus nombres comerciales (BÓTOX) es un tratamiento farmacológico, que se administra en cantidades mínimas en zonas precisas, normalmente del tercio superior del rostro, produciendo la relajación temporal y reversible de los músculos faciales implicados en la aparición de arrugas de expresión: entrecejo, frente y patas de gallo.Armonizamos la mirada, suavizamos gestos contraídos, y, en definitiva, embellecemos con un solo tratamiento y una sola sesión.Utilizado por médicos experimentados y perfectos conocedores de la anatomía facial, se trata de un tratamiento, muy seguro, fácil de aplicar y de eficacia probada que consigue resultados incomparables. Es, actualmente, una herramienta insustituible para el tratamiento y la prevención del envejecimiento.